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lunes, 8 de septiembre de 2008

Cuando uno se hace dos

Cuando uno se hace dos, todo cambia. Uno y Dos cambian. Uno ya no es uno y Dos ya no es Dos. Es decir, ni Uno ni Dos son lo mismo, como en la Teoría de Sistemas, Uno y Dos son una cosa nueva donde Uno y Dos se representan a sí mismos en la imagen del otro. Y en ese eterno juego está la convivencia, claro. ¿Es posible prescindir de ella? puede ser, pero para jugar de verdad es necesario compartir el espacio, para poder recrearlo, o mejor dicho, compatibilizarlo. Como es necesario compartirlo todo. Porque Uno y Dos quieren. Por que Uno y Dos desean y porque UnoDos no pueden de otra forma entenderlo. Al menos eso es lo que nos pasa a nosotros. Uno está dentro de Dos y alrevés... en una suerte de universo dentro de otro universo, que a su vez son Universo UnoDos. Complejo, como las realidades complejas son. Basta ya de catatismo aristotélicos.

Ah!, y todo esto viene a raíz de ese reportaje de EL PAÍS, donde 3 conviven, pero son muchos más de 3... ese individualismo descomprometido del la sociedad post lo que sea?, o la Transmodernidad dandolo todo? o nada de lo anterior.

Salud!

3 comentarios:

Lara Núñez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lara Núñez dijo...

Ahi te dejo que te des un baño bien fresco con uno de mis personajes preferidos!

Uno y dos a veces solo pueden existir juntos, eso aviva su felicidad y uno le da al otro la fuerza necesaria para continuar.
Creo que normalmente Uno es bastante independiente de Dos pero que llega un momento, por llamarlo de alguna forma, en que todo cambia, momento que estalla con el tiempo. La humanidad decide llamar a este cambio tan extraño "estar enamorado", es una etiqueta más al fin y al cabo, pero que cada cual adopta a su realidad de la manera que le parezca. En ese instante es cuando te das cuenta y sientes que Unodos forman un único número, creo que no es que uno se haga dos sino que ya no hay uno ni hay dos tan sólo doce, un nuevo número, una nueva realidad conjunta en la que uno no puede estar ya sin dos.

y si es doce... toca boda.

(paranoya)

Antonio dijo...

Vaya, vaya! parece que hay que estar "enamorado" para escribir tan bonito e insiprarse así, de imprevisto, leyendo el periódico... felicidades a Uno y a Dos...