Descarga gratuita del disco de Alea Iacta Est, "confusion"

lunes, 6 de julio de 2009

Y la sangre llegó al río...


Primer muerto de la crisis hondureña a manos del ejército en el intento de evitar el ingreso a la pista del aeropuerto internacional de Tegucigalpa de los 20.000 manifestantes concrentrados en los alerededores, 30 minutos antes de la hora prevista de llegada del vuelo donde viajaba el Ex Presidente.

Tras horas en el aire hondureño, el aparato no pudo tomar tierra dada la ocupación de la pista por efectivos del ejército. En rueda de prensa desde El Salvador, Zelaya exortó a sus seguidores a volver a concentrarse el día Martes, momento en que se repetirá la estrategia utilizada ayer.

La salida noviolenta de la crisis parece cada vez más borrosa, más incierta. Ambos actores mantienen sus posiciones de poder en un enroque eterno que no hace sino subir la tensión y la crispación en la población, dando lugar a marchas de apoyo a uno u otro bando, aumentando la presión militar sobre las calles de la capital e incluso provocando enfrentamientos, ahora sí, manifiestamente violentos, si bien el ejército tenía órdenes explícitas de no utilizar armas de fuego en las labores de dispersión. La muerte del jóven de 19 años cuando trataba de ingresar en el aeropuerto es la gota que puede rebasar el vaso. Todo dependerá de los cálculos estratégicos que tengan a bien adoptar los bandos en confrontación.

Por un lado Zelaya, envalentonado tras los apoyos recibidos en el aeropuerto, parece que piensa volver y mantener la cuerda en tensión hasta que se rompa, ¿estará pensando en provocar una contienda civil?, ¿tiene suficientes apoyos desde el exterior para sostenerla?, ¿qué postura adoptaría la ONU en el caso de invasión desde Nicaragua con apoyo venezolano?. Lo que parece de libro es que 20.000 personas armadas con palos y machetes, algunas granadas y pistolas y algunas bombas caseras, no son suficientes para vencer en un enfrentamiento abierto a un ejército preparado y en alerta. ¿Será por ello que se han detectado movimientos de tropas hacia la frontara del lado nigaragüense?... sabedores de la bravuconería del General Chavez, nada es para tomarse a broma. Si se está fraguando un apoyo militar explícito entre Nicaragua y Venezuela, las cosas pueden pasar de marrón oscuro; lo que sucede es que para Mel el juego es de suma 0. O gana todo en base a esta estrategia de confrontación y apoyo internacional tras las intervenciones del ejército hondureño contra su propia genete, o pierde... pero, ¿quiénes pagarán los platos rotos?.

Del lado del nuevo gobierno, la estrategia parece ser la de desgaste y resistencia hasta las elecciones: mantenerse atentos militarmente, dispersar manifestaciones, controlar la seguridad ad internum y forzar diálogos con la comunidad internacional, lo que de momento no ha fructificado, sosteniendo una contienda de desgaste hacia las filas Melistas. ¿Cuántos días podrán presentarse en el aeropuerto los fieles del Ex Presidente?, ¿para cuántos días tendrán comida en el plato?.

La muerte del primer manifestante podría desencadenar una serie de disturbios graves en el país, capaces de provocar la confrontación directa entre melistas y blancos, precipitando los acontecimientos, cultivando el escenario de guerra civil. En ese caso, todo dependerá del efectivo apoyo exterior que tenga Zelaya y del buen uso que haga el Gobierno del ejército como actor disuasor y dispersor de confrotnaciones. Está claro que la contienda de desgaste no le conviene a Mel, así como la confrontación civil no le conviene al nuevo gobierno...

Pero, ¿qué le conviene al trabajador de a pie, al desempleado, al pequeño comerciante, al trabajador informal, a la ama de casa, al estudiante, al taxista, al limpiabotas... al muerto de hambre?