La estabilidad se convierte en la nota predominante de las elecciones municipales del 27 M. El Partido Popular se hace más fuerte en Madrid, el PSOE mantiene sus posiciones y gana importancia en algunas localidades e IU, que pierde representación en algunos municipios, se convierte en llave de gobierno en otros. La campaña de crispación, acoso y derribo del PP fundamentada en base a cuestiones alejadas de la escena local y regional como es la política antiterrorista del gobierno con respecto a ETA no ha surtido el efecto esperado por Rajoy y los suyos. El PP ha cedido poder en algunos municipios importantes, como Navarra, y no ha logrado alcanzar la Mayoría Absoluta que necesitaba en otros feudos para gobernar, pues un hipotético pero más que probable pacto entre PSOE e IU fundamentalmente, así como otras alianzas con partidos locales y regionales, lo dejan fuera de Alcaldías incluso relevantes. Sin embargo no es menos cierto que ha logrado mandar un importante mensaje a sus competidores, y es que están ahí, sin muestra alguna de desgaste tras las más de 10 manifestaciones en las que han participado contra la política antiterrorista del gobierno, o la nueva Ley del matrimonio entre homosexuales. La línea dura mantiene en jaque al Gobierno de la Nación, y lo pone nervioso, sin saber cómo reaccionar y forzándolo a dedicarse casi pura y exclusivamente a responder a las, en ocasiones, aberrantes declaraciones de la oposición: “Todos los votos que no vayan al PP servirán para consolidar a los terroristas”, “Zapatero ha claudicado ante los ETA” y otros improperios proferidos contra el Presidente Zapatero y en demasiadas ocasiones también contra los Fiscales Generales del Estado, los Jueces y en general la Justicia. El PSOE debería tomar buena nota de la situación, pues resulta más que evidente ya que la abstención únicamente los castiga a ellos y a IU, que siguen sin encontrar la receta para sacar a sus bases y afines a la calle el día de las elecciones. Muestra paradigmática de este hecho es la ciudad de Córdoba, única Capital de Provincia gobernada por IU, donde el PP se impuso claramente con 63.500 votos frente a los 51.300 de IU, y los 22.000 de PSOE. El índice de participación fue del 56% frente al 61% de las Municipales de 2003, en las que el PP obtuvo 62.300 votos e IU 66.500. En aquella ocasión el reparto de concejales fue el siguiente: IU 13, PP 12 y PSOE 4. En esta ocasión el PP con similar cantidad de votos ha obtenido 14 concejales y la abstención ha castigado a IU haciéndole perder 2 para quedarse con 11. La llave del Gobierno de Córdoba la tiene el PSOE, que ha logrado un similar número de votos y mantuvo los 4 ediles. Si dicha abstención de 5 puntos se repitiera en las próximas generales el PSOE podría verse superado por el PP e incluso tener grandes dificultades para formar Gobierno pues IU podría llegar a perder la condición de Grupo Político que se otorga a las candidaturas que obtienen más de 5 Diputados y pasar a formar parte del Grupo Mixto. La posibilidad de que el PP llegara a la Mayoría Absoluta en las próximas generales pasa por la abstención, y eso lo saben todos. La situación es para PSOE e IU lo suficientemente grave como para plantearse un cambio en la estrategia política a la hora de pedir el voto. La derecha tiene los deberes hechos. La receta de la abuela funciona a la perfección: el PSOE quiere desmantelar España y ZP ha claudicado ante ETA. Repitiendo esto una y otra vez, incesantemente, ha logrado mantener en pie de guerra a sus feligreses. Por su parte en el PSOE, no se ha conseguido vender lo suficientemente bien los logros del ejecutivo o estos no han sido lo suficientemente relevantes o atrayentes para la gran masa de votantes de izquierda y de centro que se mantiene en la sombra hasta que la situación es de tal gravedad que sale a votar; pues las circunstancias en las que se produjo el vuelco electoral del 14M, tras los atentados de Al Qaeda en Madrid y el progresivo desgaste que la participación de España en la invasión a Irak tuvo para la figura de Aznar y el PP en extensión, no son en absoluto comparables a las actuales. Si acaso, y más como esperanza para la izquierda que como realidad científica constatable, lo podría llegar a ser si abrasivo martilleo del PP se hiciera tan insoportable para algunos oídos que acabara fomentando además del voto propio, el voto anti-PP. En cualquier caso no debería el PSOE hacer quimeras con esto, pues hoy por hoy la situación es preocupante para sus intereses y para muestra, los 3 puntos de abstención más que se han dado en las elecciones de ayer con respecto a las anteriores Municipales de 2003.
Resumiendo: La derecha pierde en su intento de nacionalizar la política local y regional porque no mejora sus resultados en las Municipales, pero mantiene intactas sus opciones en las generales en base a una estrategia dura que conecta a la perfección con sus bases y las fuerza a votar; mientras, la izquierda pierde la batalla de la agenda política y se encuentra sin respuesta ante el interrogante que le plantea el silencio de sus bases y afines. En movilizar a los votantes está la clave. La cuestión ahora es cómo.
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domingo, 10 de junio de 2007
Los Avatares del Ramsés Ibérico
Gallardón I, el Ramsés, puede haber perdido, por precipitarse demasiado, la posibilidad de ser nombrado alternativa dos en la próxima lista electoral del PP. Solemnemente Rajoy le ha dejado claro que no es el único aspirante ni el mejor situado para ocupar dicha plaza. El privilegio, de momento, le corresponde a Acebes o Zaplana. Sin embargo, y a tenor del último barómetro del CIS en el que Rajoy volvía a suspender en valoración de líderes quedando a más de un punto el Presidente Zapatero y en el que el PP retrocedía en intención de voto siendo superado en más de tres por el PSOE, el Alcalde de Madrid parece tener las puertas más abiertas que cerradas. En parte porque en la pugna personal contra Esperanza Aguirre por consolidarse como puntal de referencia dentro del partido aparece como vencedor en número total de votos cosechados en la capital, y en parte porque la imagen de hombre culto y de buenas maneras, centrado, sereno, inteligente y envidiable gestor habilita al PP para la constitución de una lista electoral más equilibrada que la actual, lo que podría finalmente significar la herramienta ideal en vistas a neutralizar el voto anti-PP, ese que los jacobinos comunistas a veces consiguen promover con sus sucias artimañas dialécticas, continuando la campaña non stop de acoso y derribo (repleta de infamia, calumnia dirigida a las jaurías sedientas de sangre al aroma de rosas, rojas por su puesto) pero introduciendo un giro al centro de la mano de Gallardón y el “cambio tranquilo” que tanto le sirvió a ZP anteriormente.
En resumen, la entrada de Gallardón, el Ramsés, en la plana mayor del partido opositor permitiría trazar una estrategia más completa en base a dos discursos: el infame, sustentado por la sempiterna sombra del expresidente Aznar, y el centrado, acompasado por la mano del Alcalde de Madrid; para dos públicos distintos: los exaltados pancartistas preocupados por la desintegración del Reino y los valores tradicionales de familia, religión y educación, y los moderados, que fijan su atención en la gestión de la cosa pública, la economía y las infraestructuras grandilocuentes; y con la finalidad de seguir sacando a los primeros a la calle pero esta vez al amparo de los segundos, elementos de efecto hipnotizante sobre los aletargados de centro.
Así pues, es evidente que Gallardón pesa, y mucho en la nueva línea estratégica que pretende abrir el PP pues ya se sabe que por muchas disculpas que los diputados de UPN, firma de PP en la Comunidad Autónoma de Navarra, pudieran suplicar tras la pérdida de la mayoría absoluta en la región o las últimas palabras de Rajoy rescatando el cambio tranquilo de ZP y el guante lanzado a CIU en la hipotética posibilidad de no alcanzar mayoría suficiente para gobernar en solitario, la mona, aunque se vista de seda, mona se queda. Y más aún cuando de entre las tinieblas irrumpe sonriente el segundo bigote menos amable de la historia de los bigotes, con su ondeante melena caoba y su hedor torrefacto hecho de especias irakíes chamuscadas… El Ramses lo vio tan claro que le pidió la mano del partido a Rajoy, pero éste, por que viene de donde viene, y por aquello de las lealtades jerárquicas de la derecha, le paró los pies: “no es tiempo de que el alumno elija su carrera”, le espetó…
Y Menos mal, suspiró aliviado Blanco, pues de confirmarse el Binomio del PP, en el PSOE urgiría descubrir la fórmula que le permitiera aumentar la participación en las próximas generales ya que el efecto Gallardón podría convertir en papel mojado el clavo ardiendo al que se aferraban lo socialistas para debilitar al PP a través del voto castigo a la línea dura. Y no sería tarea fácil ésta a menos de un año para la reválida, porque aunque Rajoy nunca haya logrado aprobar en la valoración a los líderes del barómetro CIS, la de Zapatero se encuentra casi en el límite del suspenso, manifestando abiertamente el desgaste de estos años de Gobierno sufriendo las constantes lapidaciones consumadas por la oposición, con España desintegrada y con Irak y el 11-M ya un tanto lejos. Resulta paradójico que a la comprometida política desarrollada desde el Gobierno en uno de los mandatos más activos que se recuerdan en la corta vida de la democracia nacional se la pueda echar abajo con tan poco y sin siquiera patalear por no encontrar la estrategia para vender absolutamente nada de lo que sí se ha hecho, y bien.
Formando fila se presentaban los batallones a combate. De un lado, rosa en pecho y puño (tímidamente ya) al aire, el escuadrón del Comandante en Jefe ZP; del otro, bajo gaviotas que surcaban el azul cielo, la impronta del Generalísimo Aznar de fondo y las
arengas de la última homilía del Cardenal Rouco retumbando aún, los navíos del PP. Se preveía una más que reñida contienda, donde los intentos de los unos por afianzar el avance y de los otros por neutralizar al opositor, dejarían herido de muerte al que flaqueara en retaguardia.
La estrategia de acoso y derribo que golpeaba ímproba desde la derecha (extrema), no sólo a las desprevenidas defensas del contendiente socialista, sino también a las todavía frágiles fortificaciones del Reino Democrático español, iba haciendo mella en las reservas de paciencia del hasta hacía poco, impoluto talantoso ZP; que, en un ataque de espera y a la sombra de un pequeño madroño, afilaba las garras de un tal General Sebastián.
El zarpazo del nuevo, transmitido directo y a plena luz del día, sobre el afamado capataz – alcalde Gallardón, intensificó el bombardeo repugnante de calumnias, infamias y otras armas de destrucción masiva, mientras, lejos, tan sólo unos pocos intentaban en vano tratar la sépsis en riesgo de agudizarse peligrosamente ya. Perdía la democracia, y lo hacía también por la traición del único gran aliado aspirante a todo, el Comandante en Jefe ZP: -“El desgaste ha podido con él!, ¡Viva el Capitán Acebes!”- vitoreaban altivas las encolerizadas huestes populares frente a los ojos yermos de la vieja luchadora de la vega que confesaban la cesión, esta vez sí, al chantaje que impusieron los golpistas.>>
Menos mal que en las Municipales se vota por cercanía y asuntos regionales y no por estrategias políticas generales o por grandes gestiones internacionales, pensarán algunos; y en ese mismo sentido haría bien el PSOE en revisar los motivos de la tarjeta roja mostrada al anterior Gobierno en las últimas generales: Irak y la gestión del brutal atentado del 11 M, no vaya a ser que el voto sensato realmente existiera y lo hubiese obtenido en aquella ocasión. Digo. Pues ya se sabe que el PP no engorda más, pero tampoco mengua y la abstención lo beneficia.
Bendito sea aquél pastor que saque a los débiles del valle de la oscuridad; pero no a cualquier precio ni mucho menos lanzando reversivas frívolas sin fundamento jurídico alguno sobre un político de talla, que guste o no, ha sido de los pocos que ha jugado dentro de los límites del Fairplay en el PP.
Llegados a este punto, si la victoria en las próximas municipales dependiera de la caballerosidad, el respeto al sistema político o a las normas básicas de comportamiento, los partidos minoritarios estarían de enhorabuena, y no por abanderar dichas cualidades, sino por el bochornoso espectáculo al que diariamente los dos grandes Partidos nos tienen acostumbrados a ofrecer en los medios afines correspondientes. De hecho, no sería de extrañar un nuevo salto a las arenas representativas de Independientes más o menos respetuosos con las instituciones, como ocurría hace poco en tierras catalanas, o/y algo significativamente alarmante: el aumento o irrupción de Partidos antisistema con discursos peligrosamente extremistas, sectarios, intolerantes y xenófobos, pues al clima de crispación que el PP ha alimentado con tesón e impunidad durante toda su oposición, se le deben sumar los escándalos urbanísticos que azotan a diestra y sinistra.
Por otra parte, debería haber reflexionado el PSOE sobre las principales motivaciones que para el voto en lo local tiene la ciudadanía: la mejor o peor percepción que se tenga en la vecindad sobre lo mucho o poco que avanza o retrocede la ciudad, lo más o menos amable, simpático, sensato, cercano, sincero o miserable que parezca el candidato correspondiente, o lo que hayan afectado en la zona en cuestión las políticas generales y las decisiones de Gobierno. Es por eso se que ha equivocado al plantear una batalla sangrienta y sucia en Madrid, pues aunque incluso su intención última fuera la de debilitar la figura de Gallardón cara al futuro por ser una más que sensata alternativa a la Presidencia de Gobierno, en el fondo sabía que no iban ni tan siquiera a arañar unos votos en Madrid, y mucho menos generar cierta apatía, resistencia o abstención entre los votantes del PP de frente a una hipotética candidatura de éste en la Generales. Sin embargo, lo que sí podría acarrear este tipo de conducta es una más que temible abstención de los letárgicos votantes de izquierda. ¿Por qué ha actuado así entonces el PSOE?
En el PP se frotan las manos pues tras estos ya 2 años de oposición fundamentalista han conseguido no sólo marcar la agenda del Gobierno sino que además han logrado bajarlo de un plumazo de la superioridad ética y moral con la que éste actuaba. Los han sentado frente a ellos. Ahora compiten entre iguales: ¿Será que el talante de ZP definitivamente cedió al chantaje de Acebes, Zaplana & Co.?
arengas de la última homilía del Cardenal Rouco retumbando aún, los navíos del PP. Se preveía una más que reñida contienda, donde los intentos de los unos por afianzar el avance y de los otros por neutralizar al opositor, dejarían herido de muerte al que flaqueara en retaguardia.
La estrategia de acoso y derribo que golpeaba ímproba desde la derecha (extrema), no sólo a las desprevenidas defensas del contendiente socialista, sino también a las todavía frágiles fortificaciones del Reino Democrático español, iba haciendo mella en las reservas de paciencia del hasta hacía poco, impoluto talantoso ZP; que, en un ataque de espera y a la sombra de un pequeño madroño, afilaba las garras de un tal General Sebastián.
El zarpazo del nuevo, transmitido directo y a plena luz del día, sobre el afamado capataz – alcalde Gallardón, intensificó el bombardeo repugnante de calumnias, infamias y otras armas de destrucción masiva, mientras, lejos, tan sólo unos pocos intentaban en vano tratar la sépsis en riesgo de agudizarse peligrosamente ya. Perdía la democracia, y lo hacía también por la traición del único gran aliado aspirante a todo, el Comandante en Jefe ZP: -“El desgaste ha podido con él!, ¡Viva el Capitán Acebes!”- vitoreaban altivas las encolerizadas huestes populares frente a los ojos yermos de la vieja luchadora de la vega que confesaban la cesión, esta vez sí, al chantaje que impusieron los golpistas.>>
Menos mal que en las Municipales se vota por cercanía y asuntos regionales y no por estrategias políticas generales o por grandes gestiones internacionales, pensarán algunos; y en ese mismo sentido haría bien el PSOE en revisar los motivos de la tarjeta roja mostrada al anterior Gobierno en las últimas generales: Irak y la gestión del brutal atentado del 11 M, no vaya a ser que el voto sensato realmente existiera y lo hubiese obtenido en aquella ocasión. Digo. Pues ya se sabe que el PP no engorda más, pero tampoco mengua y la abstención lo beneficia.
Bendito sea aquél pastor que saque a los débiles del valle de la oscuridad; pero no a cualquier precio ni mucho menos lanzando reversivas frívolas sin fundamento jurídico alguno sobre un político de talla, que guste o no, ha sido de los pocos que ha jugado dentro de los límites del Fairplay en el PP.
Llegados a este punto, si la victoria en las próximas municipales dependiera de la caballerosidad, el respeto al sistema político o a las normas básicas de comportamiento, los partidos minoritarios estarían de enhorabuena, y no por abanderar dichas cualidades, sino por el bochornoso espectáculo al que diariamente los dos grandes Partidos nos tienen acostumbrados a ofrecer en los medios afines correspondientes. De hecho, no sería de extrañar un nuevo salto a las arenas representativas de Independientes más o menos respetuosos con las instituciones, como ocurría hace poco en tierras catalanas, o/y algo significativamente alarmante: el aumento o irrupción de Partidos antisistema con discursos peligrosamente extremistas, sectarios, intolerantes y xenófobos, pues al clima de crispación que el PP ha alimentado con tesón e impunidad durante toda su oposición, se le deben sumar los escándalos urbanísticos que azotan a diestra y sinistra.
Por otra parte, debería haber reflexionado el PSOE sobre las principales motivaciones que para el voto en lo local tiene la ciudadanía: la mejor o peor percepción que se tenga en la vecindad sobre lo mucho o poco que avanza o retrocede la ciudad, lo más o menos amable, simpático, sensato, cercano, sincero o miserable que parezca el candidato correspondiente, o lo que hayan afectado en la zona en cuestión las políticas generales y las decisiones de Gobierno. Es por eso se que ha equivocado al plantear una batalla sangrienta y sucia en Madrid, pues aunque incluso su intención última fuera la de debilitar la figura de Gallardón cara al futuro por ser una más que sensata alternativa a la Presidencia de Gobierno, en el fondo sabía que no iban ni tan siquiera a arañar unos votos en Madrid, y mucho menos generar cierta apatía, resistencia o abstención entre los votantes del PP de frente a una hipotética candidatura de éste en la Generales. Sin embargo, lo que sí podría acarrear este tipo de conducta es una más que temible abstención de los letárgicos votantes de izquierda. ¿Por qué ha actuado así entonces el PSOE?
En el PP se frotan las manos pues tras estos ya 2 años de oposición fundamentalista han conseguido no sólo marcar la agenda del Gobierno sino que además han logrado bajarlo de un plumazo de la superioridad ética y moral con la que éste actuaba. Los han sentado frente a ellos. Ahora compiten entre iguales: ¿Será que el talante de ZP definitivamente cedió al chantaje de Acebes, Zaplana & Co.?
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